Una mudanza está considerada como una de las tres primeras causas de estrés, por detrás de los procesos de duelo y de los despidos. El estrés surge cuando salimos de nuestra zona de confort y rompemos con lo conocido, con lo seguro y con lo controlado. Las mudanzas se viven como situaciones desestabilizadoras. Una mudanza supone un cambio, conlleva desprendimiento y despierta la incertidumbre. Cuando, además, la mudanza obedece a cuestiones emocionales y sentimentales como es una separación, ruptura o divorcio es más estresante. Cerca del 30% de los más de 100.000 divorcios que se producen en España cada año ocurren justo después del verano. Como si las primeras lluvias del otoño mojasen la pólvora de la pasión y apagaran la llama del cariño.

Según la escritora y coach Helena López Casares,  cuando se rompe una relación entramos en una espiral de desbordamiento de emociones que afectan a nuestra vida diaria. Tu relación se ha roto, lo que te puede producir cierta sensación de caos y un sentimiento de pérdida de rumbo en la vida. Aun así, sabes que tienes que ponerte en acción y buscar otro lugar donde vivir. Éste es un momento doloroso, en el que sentimos cierto desamparo y soledad. La mudanza inminente es la señal más clara de que hemos roto con nuestra forma de vida anterior. En ese instante, comenzamos a encontramos solos y a sentir miedo ante lo desconocido. Es en este preciso momento cuando se juntan la mudanza emocional y la real.

Mientras tratas de poner en orden tu vida emocional, te damos unos consejos de la escritora y coach Helena López Casares muy útiles a la hora de preparar y organizar tu mudanza física:

  1. Haz una selección de objetos

Haz cajas con los objetos que consideres que son de primera necesidad e imprescindibles y embálalos de manera que los puedas reconocer y localizar rápidamente para usarlos cuando precises. Esta sencilla recomendación va a rebajar la sensación de descontrol.

  1. Lleva las cosas y objetos de valor contigo para evitar pérdidas innecesarias.
  1. Evita dejar cajas cerradas de forma permanente.

Colócalo todo en su sitio de forma progresiva comenzando por la cocina. La cocina es el lugar donde satisfacemos las necesidades primarias relacionadas con la alimentación y es uno de los lugares que mayor sensación de hogar nos aporta.

  1. Deshazte de todo lo innecesario y que te causa dolor.

Aprovecha para tirar lo que ya no te sirve o aquellos objetos que te hacen más daño por el tipo de estado de ánimo al que te someten (tristeza, soledad, nerviosismo, rencor…). Te aseguro que éste es un ejercicio que te va a proporcionar una gran liberación mental y emocional.

  1. Mantener el equilibrio y la armonía.

Piensa que esta mudanza es una gran prueba. Se van a mover muchas emociones. Míralas como la puerta de acceso a tu nueva vida. Aunque ahora veas tu existencia de forma gris y desesperanzada, te aseguro que la claridad llegará a tu vida.

  1. Despídete del que fue tu hogar.

Agradece a tu antiguo entorno lo que en él viviste. Cerrar los ciclos es esencial para despejar el camino y permitir que se abran otras opciones.

  1. Organiza tus enseres.

No hay por qué desprenderse de todo el pasado. Durante esta transición a tu nuevo hogar puedes almacenar esos recuerdos bonitos y guardar los objetos y muebles que te corresponden tras tu separación en un trastero o minialmacén. Su uso es temporal y te ayudará a organizar la mudanza y a asentarte poco a poco en tu nuevo hogar.

Vive tu mudanza como el primer paso de tu proceso de adaptación emocional a las nuevas circunstancias. En TodoKB disponemos de trasteros y almacenes de diferentes tamaños para hacer esa transición mas fácil y cómoda.